Sigue latente secuelas de terremoto

El 15 de agosto del 2007 a horas 18:40, me encontraba en el despacho de la segunda vicepresidenta del Congreso de la Republica, terminando mis labores de asesor con mis compañeros de trabajo y sentimos un brusco movimiento de la tierra, seguido de otros dos largos movimientos que nos obligó a decir al unísono temblor, por favor tranquilidad. Salgan con cuidado. Nos fuimos a la espalda del congreso, al patio del Faustino Sánchez Carrión y desde allí, contemplar el edificio, como quien busca si algo se había caído o estaría por caerse. Comprobamos que el edificio había quedado sin novedad y atinamos decir bueno el movimiento ha sido fuerte. Nuevamente ingresamos al edificio y la gente del tercer piso bajaba con el informe que en ese piso se habían caído las cosas de los despachos. Mejor nos vamos por que podría venir un rebote.

Salimos con Martín y Nora (ambos compañeros de trabajo) por la puerta principal, pasando por los pasos perdidos y observamos que parte de las columnas estaban medias rajadas y nos preguntamos dónde había sido el epicentro. Estábamos en medio de periodistas que también se preguntaban lo mismo y, sin respuesta, la especulación era que el epicentro había sido por Huancayo, Pucallpa y por esas especulaciones nuestro diagnóstico fue que por allá, el temblor de aquí ha sido un terremoto por allá. Sin saber que el de Lima también llegó al nivel de terremoto.

Tanto congresistas, periodistas y funcionarios en la puerta principal del congreso, escuchábamos la invocación del presidente del congreso-natural de ICA- que nos retiráramos a nuestras casas y se le preguntó por el epicentro y no lo sabía. El primer poder del estado no sabia el lugar del epicentro es lo que comprobamos al retirarnos y buscamos la información por los jirones del Centro de Lima por donde la gente caminaba presurosa hacia su casa, nosotros también. Llegué a mi casa sin saber donde era el epicentro.

A las 21 horas mi hijo nos llama por teléfono a la casa y nos indica que se va a Cañete, Pisco donde había sido el epicentro. Le comenté que por allí el terremoto seguro ha sido muy fuerte. Que se cuide y tenga suerte en su tarea periodística.

A dos años del terremoto ocurrido en los departamentos de ICA, sur de Lima y oeste de Huancavelica, la indignación mostrada por los medios de comunicación frente al proceso de reconstrucción, no es otra cosa que una muestra mas del olvido de estos tres años, del segundo gobierno de Alan García y el APRA, del rol social del estado. Por que estuvo dedicado a darle confianza a un empresariado que dudaba del gobernante por su primer gobierno.

Lo primero que hizo el gobierno, fue constituir FORSUR a cargo de Julio Favre e integrado por Pedro Pablo Kucsinski -PPK- según la propaganda, exitosos empresarios, El gobierno le daba la confianza a representantes de los empresarios para la reconstrucción de los pueblos afectados por el terremoto y a las autoridades elegidas por los pueblos los tenían en el directorio como “convidados de piedra” y solo para recuperar la confianza del grupo económico y no para las tareas esenciales en un desastre natural.

La tareas esenciales del FORSUR desde su concepción estuvo equivocado, solo miraba la reconstrucción y no las tareas de la emergencia y menos de la limpieza que requerían las ciudades afectadas. Las donaciones fueron depositadas en las cuentas del MEF- afectadas por SNIP- y a un año de vigencia no fueron tocados para beneficiar a los damnificados.

Lo primero que hizo El Congreso fue declarar que las oficinas de las comisiones ordinarias deberían de desalojarse y declarar de urgencia la construcción de las salas de comisiones en un terreno de la avenida Abancay y que ahora viene funcionando para la labor de los congresistas.

Lo segundo que hizo El Congreso fue tomar posesión del estadio nacional para la centralización de las donaciones que fueron distribuidas por defensa civil y colocar la primera piedra de un asentamiento humano que hasta ahora esta esperando su reconstrucción.

Para reconstruir, primero se tiene que atender las emergencias que a dos años de ocurridos los hechos estos continúan y segundo la limpieza de los escombros que es una tarea gigantesca. Para lo cual el gobierno, defensa civil y otras instituciones no estaban preparados y menos había la voluntad para realizarlo. Esta tarea aun continua y lo más grave que a dos años se sigue diagnosticando que edificios como hospitales, colegios y otras instituciones de servicios básicos deben de derruirse por que es un peligro para la vida y la salud de las personas. Es decir, la demolición continua y por ende la limpieza sigue siendo una tarea pendiente.

La información oficial dice que se han ejecutado el 23% de los proyectos programados y que en la practica no se comprueba por que la reconstrucción es desigual en las provincias y distritos ya que en unos lo máximo que hay es una reconstrucción del 10% de lo caído y los damnificados siguen reclamando la ayuda no del sector privado sino del estado. Por que los requerimientos son de hospital, escuelas, colegios, comisarías, pistas, agua, desagüe, saneamiento físico legal, viviendas, etc.

Las tareas de reconstrucción de las viviendas es prioritaria para la conciencia humana, pero no para los empresarios que por naturaleza lo que buscan es la ganancia y parte de ella es mantener un ejercito de desocupados para que su mano de obra sea explotada en las actuales condiciones agravadas por el desastre natural.

Este filtro-FORSUR- fue la justificación para que los gobiernos regionales y locales implicados fueran obviados o invitados para observar y no ejecutar. La ejecución es la función natural, es la función de los gobiernos. Ahora se pretende seguir obviando a los gobiernos con los denominados núcleos ejecutores. Dicho de otro modo ahora no se trata de la confianza empresarial sino los propósitos políticos de la temporada.

A estos hechos, se le agregó en plena emergencia la sobrevaloración de los alimentos destinados a los damnificados y comprados por los funcionarios del SIS. Hecho que motivó la investigación y encarcelamiento del jefe del SIS, ahora indultado por razones de salud. También ocurrió en estos dos años que la reconstrucción de los hospitales de ICA, Pisco y Chincha estaban en manos de las constructoras representadas por los implicados en el proceso de la venta de los pozos petroleros y solo quedaron en intentos de realizar el proyecto.

En tal medida, los reclamos de los afectados por el desastre natural es justa, quieren saber cuánto de donaciones han recibido del exterior, cuántas donaciones están pendientes de entrega y que han sido comprometidos por los estados, cuánto el estado ha destinado para la reconstrucción, cuánto de la donación han sido aportados por las empresas mineras, de gas, de la telefónica y otras y cual ha sido su destino. En fin lo que reclaman es la rendición de cuentas de las autoridades. Lo que reclaman es transparencia y que su dramática situación no haya sido utilizada por los empresarios y funcionarios para su enriquecimiento inmoral.

Las acciones que han realizado han logrado que los medios abran un proceso de interpelación a las actuales y ex autoridades. La misma que es vergonzosa por que lo que han hecho es “tirarse la pelota” para salvar la responsabilidad realmente existente. Una vez más se comprueba que el rol social del estado no se cumple o se encuentra en la última gaveta del gobierno.

Pero, todo no ha sido malo sino que hubieron acciones profundamente humanitarias como los hospitales donados por Cuba y que recibieron el reconocimiento del Congreso de la Republica del Perú, las viviendas donadas por el gobierno de Venezuela, la cantidad tremenda de donaciones llegadas de toda parte del mundo y en particular de las organizaciones sociales y religiosas, de la juventud, de estudiantes y profesionales. Es decir, las banderas de la solidaridad se hicieron presentes que han permitido que la población damnificada resista y se prepare para nuevas batallas, par nuevas perspectivas y ciudades.