MARIO VARGAS LLOSA UN PREMIO A LOMBROSIO

En el mundo de los istmos encontramos por ejemplo en la economía al liberalismo o el keynesianismo. En el mundo de la criminología encontramos a teorías antiguas como las de Lombroso promovida por los lombrosionistas -como Vargas Llosa- que señalaba que el delincuente no se hace sino se nace. Por ello que un padre o madre que ha delinquido es porque sus padres también lo hicieron y sus hijos también lo harán. Esta teoría es de las primeras en criminología, que reinaron en la edad media y que ahora ha sido desechada por tesis modernas que señalan que cada tiempo le corresponde un tipo de delincuente. En la política igualmente la teoría moderna señala que cada momento de la historia produce un tipo de líder o produce una ola de líderes que son distintos a los de años anteriores y estos líderes le corresponden a un tiempo y a un espacio.

Para Mario Vargas Llosa el tiempo como forma del ser no cuenta, esta ha sido congelada y los líderes no han cambiado, por que el tiempo no ha cambiado. Esta concepción anquilosada, decrepita y arteriosclerótica es la que aplicó a la joven lideresa de fuerza 2011 con su dicho de que si la hija del dictador gana el saldrá a frenar ese triunfo. Parodiando al candidato Alejandro Toledo de mala forma quien afirmó que el sería candidato si la democracia está en peligro. Como sabemos Toledo se lanzado como candidato de una alianza política llamada Perú posible que agrupa a Somos Perú y Acción Popular.

También podemos decir, que el nobel es un amante del poder por que para con Alan García no tiene el mismo concepto en razón de que distingue el segundo gobierno del primero o al propio Ollanta Humala que no comparte sus opiniones pero admite un cambio en el. Pero con Keiko Fujimori, no le cabe ni el beneficio de la duda.

En tal medida, el cordón umbilical de la concepción Lombrosiana y medieval los une para argumentar políticamente que la hija del "Dictador" también será una Dictadora. En forma determinista y absolutista ha calificado a la candidata de 35 años y por cumplir los 36. El nobel de setenta y tantos años al igual que Toledo no considera que muy bien keiko puede tener la edad de uno de sus hijos y que lo mejor es conversar en base a las nuevas condiciones políticas de un país en crecimiento y con reservas internacionales suficientes para garantizar las inversiones en el país y una buena gestión gubernamental.

A esta concepción retrograda le ha agregado el odio que ha querido trasmitir al Perú, confundiendo a los ciudadanos con animales de altura como los carneros que reivindican a Vargas Llosa y cree que los peruanos le dirán amen. Pero, se equivoca del mismo modo como amenazó a los trabajadores en 1990 violar su derecho a la estabilidad laboral. Ahora, su amenaza a una joven candidata no es otra cosa que una acción patanesca propia de un utilitarista de emblemas que la humanidad crea para fines altruistas y que lamentablemente le ha sido concedida para pasearse con conceptos propios del Medioevo inquisitorial.