jueves, 12 de agosto de 2010

LA CRIMINALIDAD CRECIMIENTO LOGARITMICO

La criminalidad como todo fenómeno social tiene una característica de acuerdo al momento político, económico y social. En tal medida cada momento tiene un tipo de criminal y la pena está sujeta al mecanismo que el estado activa para su reeducación y rehabilitación. Para ello crea las instituciones para la prevención, la sanción y la reeducación. Estas acciones no se limitan a las fronteras sino también requiere de la integración para el cumplimiento de los fines.

Los criminales en esta coyuntura igualmente no actúan solo en forma individual sino en forma organizada e internacionaliza su acción. Además existen su análisis costo-beneficio para orientar su accionar delictivo de modo que su desplazamiento de un tipo de delito hacia otro se debe a la rentabilidad de los mismos y por ello su análisis jurídico penal antes de su accionar le permite aprovechar los resquicios de la legalidad.

Pero lo que vemos en el Perú es una combinación del delito organizado y los delitos individuales menores como los ejercidos por los jóvenes y menores son los crecientes. De modo que la tasa de crecimiento vegetativo es menor a la tasa de crecimiento criminal. Mientras que la tasa de crecimiento de las instituciones es cada vez más lenta no solo en su reacción sino en infraestructura y logística que permita prever el delito antes de que se cometa. Eso implica presupuesto no solo para la administración de justicia sino para todas las instituciones que son útiles para prevención y en ello radica el meollo del problema.

La columna radical de la prevención está en la educación y la reeducación para la niñez, la adolescencia y la juventud. Impedir que la deserción escolar crezca en primer lugar creando oportunidades regulares y excepcionales vinculadas al trabajo a la elevación de la productividad con incentivos a la continuación de la educación hasta lograr la meta de su graduación en una opción laboral útil para el mercado y con capacidad de crear su propia fuente de trabajo.

La utilización del reclutamiento a los jóvenes para estudiar una carrera técnica en las instalaciones de las fuerzas armadas y policiales con capacidad de graduar en carreras técnicas y con un salario mínimo vital que rompa todo rezago feudal en el reclutamiento.

La utilización o la transformación de las comisarias no como sede de represión sino como aulas para la reeducación de los jóvenes del mismo modo las prisiones y los centros de menores.
Las prisiones igualmente tienen que transformase en talleres de educación y de trabajo moderno donde la pena, la cumpla, con el objetivo de reincorporarlas a la sociedad como persona útil.

El delincuente es un producto del sistema imperante incapaz de darles oportunidades a los jóvenes y es necesario resarcirle con ellos abriendo nuevas oportunidades y no incorporar el crimen institucionalizado que afecta la conciencia humanística que cree en el hombre como el factor principal para el cambio

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