PRUEBAS DEL DESCONTROL ADMINISTRATIVO

Las incoherencias de Alan García son clamorosas un día reclama el control al congreso de la republica y otro día le da carta abierta a las entidades que giren a nombre de sus funcionarios para que luego rindan cuentas. Este el caso del General PNP Bruno Debenedetti quien recibió recursos de la municipalidad del callao según él para hacer inteligencia en el Callao y gastar en una capilla. Para el caso del servicio de inteligencia nos cuenta que alquilo carros y el Dr. Garcia le cree señalando que: “Claro, estoy seguro de que eso han hecho, pero no es un delito. Si la municipalidad le da un cheque a la Policía y ese dinero entra a la caja del Estado, para que compren tres mesas tienen que cumplir una serie de lineamientos, entonces, luego de tres años no hay mesas ni nada porque en nuestro país hay mil requisitos que cumplir”, (Perú21. 03.0810).
Este hecho prueba de que no hay control en la administración pública en general y en particular en las municipalidades. Porque la acción administrativa en nombre de una persona para que rinda cuenta después se llama malversar el dinero. Porque ese dinero del estado tiene un destino previo y en la ejecución ha sido cambiada. ¿Hubo Dolo? Eso lo dirá la investigación posterior. Pero lo que hubo a simple vista fue malversación de fondos del estado que un funcionario está impedido de hacerlo.
Cualquier cambio de destino de los fondos del estado debe de contar con la aprobación del responsable del pliego previo cumplimiento del objetivo que fue trazado con anterioridad. En este caso se ve que la municipalidad ha financiado la inteligencia que la policía realiza pero que no es competencia de la municipalidad financiar la inteligencia de la PNP. Como tampoco es competencia de la municipalidad financiar la instalación de una virgencita como señala el general.
La contraloría frente a esta flagrante malversación no ha dicho nada. El presidente anuncio que la contraloría intervendría a las fuerzas armadas y policiales. Por lo que vemos a sus palabras se las lleva el viento y el estado sigue sin control.